Un Reposo Para Vivir

No hace mucho tiempo mientras me levantaba para irme a trabajar, pensé en que no tenía ganas de hacerlo, también hice consciencia en cuántas veces en las últimas semanas sino es que meses me había sentido de la misma manera. Estaba cansada y no solo físicamente sino también emocionalmente, estaba atrapada en lo que hoy puedo reconocer como #ansiedad, esa enfermedad en la que los sentimientos se vuelven excesivos en todo momento e interfieren en la vida cotidiana.

También sé que llegar a este punto no ocurrió de la noche a la mañana, fue un proceso en el cual sin darme cuenta me dejé llevar por el trabajo, los pendientes, los problemas, los horarios y todo aquello que la vida engañosamente te dice que debes de cumplir. En esos días de crisis odiaba no poder hacerlo todo, agradecía la ayuda que me brindaban pero en el fondo nunca la aceptaba y así terminaba cada día con más #angustia, con más trabajo y más alejada de Dios.

Muchas veces la #ansiedad y el #estrés surgen por la sobreabundancia de cosas que aunque buenas, intentamos hacer en simultáneo, lo cual lleva a que nuestras prioridades se desalineen. Dejamos de ver a Dios, de recordar sus promesas, de hacer consciente su palabra y de buscarlo primero que nada en el día a día. La manera más rápida de distraerte y de no cumplir con el destino que Dios tiene para ti en su reino es que te veas a ti misma como una "supermujer" y olvidamos o mejor dicho, dejamos de ser conscientes que separados de Dios nada podemos hacer.

¿Recuerdas a Marta y María ? Esta historia me hizo reflexionar en que es muy fácil concentrarnos en "el hacer", que en lo más importante "el estar" en una relación dinámica con nuestro Salvador. Vamos a recordar un poco esta historia.

Mientras Jesús viajaba de una ciudad a otra compartiendo el evangelio, entró en cierta aldea donde vivían dos mujeres, Marta y María. A pesar de que Jesús estaba con sus discípulos __y todo el mundo sabe que si invitas a trece predicadores a tu casa, significa que tienes que preparar una comida bastante grande __, Marta se puso personalmente a disposición de Jesús y de su equipo para la cena.

Sin embargo en plenos preparativos para esta comida, surgió un conflicto entre las dos hermanas. Aparentemente, María había empezado a ayudar en la cocina, pero había terminado sentada a los pies de Jesús, cautivada por lo que Él estaba diciendo . Todo esto lo sabemos por lo que Marta le dijo a Jesús : << Pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo : " Maestro, ¿ no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo ? Dile que venga a ayudarme ">> ( Lucas 10:40 ).

La respuesta de Jesús a Marta nos da una de las apreciaciones más importantes en nuestra relación con Dios. Él le dijo: <<Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará>> ( versículos 41-42 ).

La causa de que tantas personas como yo terminamos #esclavizadas por los problemas, es que tratamos de abordar las circunstancias en lugar de apelar al Único que puede ayudarnos a vivir en completa #paz. Descansa tranquila en los planes que Dios tiene para ti, Él sabe lo que necesitas y te ama enormemente. Él escuchó mi voz y contestó mis oraciones cuando le decía que estaba #cansada, que ya no podía más y me respondió a través de un gran hombre, mi prometido, quien me ayudó a alinear mis prioridades, a aclarar mi mente y así reencontrarme con Dios, a encontrar "un reposo para vivir".

Oro a Dios para que ordene cada uno de tus pensamientos, dirija cada uno de tus pasos, tenga control de tus tiempos y lo más importante, que al igual que María descubras en medio del reposo la única cosa por la que vale la pena preocuparse: "tu relación con Dios".

Evelyn Guadarrama