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Sylvia Idabell

Un Corazón Restaurado


Algún día nuestro corazón fue lastimado al grado en el que nos volvimos frías, y es que aquí en el mundo hemos conocido a muchas personas que nos han lastimado, han herido nuestra persona y claro, han mermado nuestra seguridad. Y es que erróneamente hemos depositado nuestra confianza en ellos, no es que esté mal, sin embargo debemos saber que la gente tiende a fallar, tiende a caminar egoístamente en muchas ocasiones, no es que todos lo hagan, pero en un mundo caído será una constante con la que hemos de lidiar; a veces depositamos todo nuestro ser, confianza y corazón en ellos erróneamente, ahí sí estamos equivocadas.

Dios dice : «¡Maldito el hombre que confía en el hombre!

¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza

y aparta su corazón del Señor! Jeremías 17:5 NVI


Tal cual, apartamos nuestro corazón para depositarlo en las manos equivocadas. Si nuestra confianza está centrada en un ser humano es muy seguro que terminará rota, que terminaremos tristes y con un corazón lastimado. A veces ya estamos tan enganchadas que a pesar del daño no nos vamos. Necesitamos a Cristo y recordar quiénes somos en él y para él, nuestra valía ante sus ojos para poder salir de ahí, entregarle nuevamente todo nuestro corazón con la entera confianza que en él estará seguro, que estará cuidado y que también a partir de ese momento lo cuidaremos más sabiendo que quien mora en el es Jesús.

En esa sabia decisión comenzaremos a ver como Dios restaura nuestro corazón y nuestro amor propio renace, entonces podemos volver a estar tranquilas y seguras de que Dios sana nuestras heridas .

Él sana a los de corazón quebrantado

y les venda las heridas. Salmo 147:3


Con cariño,

Sylvia Montes

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