Cuántas veces nos hemos preguntado en los momentos que más #agobiadas nos sentimos: ¿Quién soy ? ¿Qué hago aquí? Entiendo que el #estrés cotidiano y la prisa en la que vivimos muchas veces no nos permite ver más allá de lo que con urgencia debemos resolver, pueden ser las demandas del trabajo, las de nuestra sociedad que nos rodea o incluso nuestra #familia, hasta que llega un momento en que nos olvidamos incluso de nosotras mismas y de Dios.
Así que llegamos al punto en que estamos ahí recostadas con el #cansancio emocional y viendo hacia el techo que comienzan a surgir las preguntas. Realmente estamos cansadas de cosas que son vanas y pasajeras, enfocadas en lo efímero y no en lo eterno, viendo nuestra vida pasar con cansancio, sin sentido y en automático, como cuando vas manejando y tomas la misma dirección de todos los días, y el día que quizá tienes que cambiar de ruta se te olvida; así somos nosotras cuando estamos lejos de ver el #propósito de Dios en nuestra vida.
Pero en el momento que nos conectamos con Dios Él nos va mostrando su camino y #propósito, es entonces cuando podemos ver las cosas de otra manera, lo terrenal pasa a segundo plano y entonces al estar en comunión con Dios nos va mostrando lo importante, lo que tiene un propósito, aquello que habíamos dejado en segundo plano; porque sí amiga, debes recordar que tenemos un enemigo aquí en la tierra que hará todo lo posible por distraernos, por quitarnos la atención y mantenernos lo más ocupadas posibles para que al final del día no hayamos tenido tiempo de acercarnos a Dios y poder ver más allá de lo que es nuestra rutina.
Porque mis pensamientos no son los de ustedes,
ni sus caminos son los míos
—afirma el Señor—.
Mis caminos y mis pensamientos
son más altos que los de ustedes;
¡más altos que los cielos sobre la tierra!
Isaías 55:8-9 (NVI)
Mucho más allá de lo que podamos imaginar son los pensamientos de Dios con nosotros, así como el camino por el cual nos quiere guiar y llevar hacia su propósito, pues tú no estás aquí por casualidad, no estás por accidente y tampoco estás leyendo esto por coincidencia, pues no se mueve una hoja del árbol si no es por la voluntad de Dios y su voluntad siempre es buena, agradable y perfecta.
También quiero que sepas que eres realmente importante para Dios, pues te ha mirado y te ha llamado, a partir de ahora tú decidirás cuál camino tomar, si el de las distracciones, agobio, ansiedad y estrés por el que nos quiere desviar Satanás, o por el camino de Dios y descubrir tu propósito de vida.
No se amolden al mundo actual,
sino sean transformados mediante la renovación de su mente.
Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios,
buena, agradable y perfecta.
Romanos 12:2 (NVI)
Te mando un gran abrazo en el amor de Cristo,
Sylvia Montes
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