Qué tiempos tan difíciles nos ha tocado vivir estos últimos meses por esta crisis sanitaria por el COVID 19, tiempos de incertidumbre, de pérdida, de dolor…desesperanza. En fin, creo nadie al empezar este 2020 pensó que todo esto sucedería y si nos preguntarán si quisiéramos pasar por algo así, seguramente responderíamos que no!!... definitivamente.
Cuando evoco en mis recuerdos hace quince años la etapa más dolorosa de mi vida, donde el dolor fue extremo y ya no quería vivir, pues realmente toqué fondo, me pregunto hoy precisamente, a pesar de tanto dolor, ¿estaría dispuesta a pasar por lo mismo?? Y mi respuesta por inverosímil que parezca, es un rotundo SÍ!!.... ¿Si? Ustedes dirán: "es imposible querer pasar por un evento doloroso"; sin embargo, yo te respondería hoy con toda la sinceridad y honestidad de mi corazón que es así, pues ese evento doloroso, mi divorcio, en primer lugar me permitió percatarme que Cristo me estaba buscando a pesar de mi imperfección y mi condición de pecado, Él con Su amor y misericordia infinita cubriría mi multitud de pecados.
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo diciendo:
Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”
Jeremías 31.3
En segundo lugar, quería regalarme una vida nueva en Cristo, él quería sanar verdaderamente mis heridas, sanarme en cada área de mi vida; es decir, sanarme por completo, transformando totalmente mi vida, convirtiéndome en una nueva persona, una mejor e increíble versión de mí.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
2 Corintios 5:17
¿Qué increíble y gran noticia verdad? Pues, cuántas veces no hemos querido regresar el tiempo atrás para evitar hacer algo que dañó a un ser querido, palabras que lastimaron a alguien que amábamos, situaciones que se volvieron incontrolables y se desbordaron más y más sin retorno, o haber tomado una decisión diferente para hacer frente a un problema, no lo sé… simplemente haber hecho muchas cosas de forma diferente, sabiamente….. ¿pero qué crees? ¡Con Cristo esto es posible! Porque Él no desperdicia ni una sola lágrima tuya, la usa para transformarte y crear la mejor versión de ti hasta el último día de tu vida.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo."
Filipenses 1:6
Entonces ahora todo lo malo que pudo haber pasado en tu vida, Dios lo transforma para convertirte en una hermosa y valiosa piedra preciosa, porque como Él lo dice en Su Palabra, donde abundó el pecado sobreabundó la gracia.
En tercer lugar, quería que fuera su hija amada, victoriosa por la eternidad. Solo tenía que aceptarlo verdaderamente en mi vida, es decir tener una relación personal con Cristo. Y puedo decir que a partir de ese día, Él fue cambiando mi vida de manera radical quitando dolor, culpas, tristezas, frustraciones, desesperanza, preocupaciones, miedos, en un proceso gradual donde me fui percatando de lo pequeña que era como mujer con muchos pecados, errores y lastres que erradicar, muchos de ellos evidentes y otros sutiles enraizados en mi vida. Él transformó mi llanto en verdadero gozo, paz que sobrepasa todo entendimiento, esperanza y confianza que aún en los momentos difíciles Él estará conmigo y tiene un propósito de bien para mi vida … ¡el mejor!.
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra,
así son mis caminos más altos que vuestros caminos,
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
Isaías 55:8-9.
¿Cómo puedo estar segura cada día de mi vida, de Su inmenso e infinito amor, misericordia, paz y paciencia hacia mí? Lo estoy, no solo porque sé que dio su vida por mí en la Cruz del calvario, sino porque en esa situación extrema de dolor, desesperanza y angustia, experimenté en lo más profundo de mi ser, Su amor extremo que sanó mis heridas, Su infinita paz que me rodeó por completo y quitó toda angustia… y así podría continuar desde el momento que lo conocí en todo lo que he vivido. Lo que finalmente quiero decir es que si no hubiera experimentado ese máximo dolor en mi vida, tal vez no hubiera conocido y experimentado la magnitud de Su amor, Su justicia, Su paz, y asombrarme cada día más, porque Él está dispuesto a dar por nosotros lo inimaginable y a hacer hasta lo imposible por rescatarnos y sanarnos por completo... ¡PORQUE NOS AMA CON AMOR ETERNO! COMO NADIE EN EL MUNDO.
Con todo mi cariño y en el amor de Cristo...
Mily Rodríguez M.
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