top of page

¿Has vuelto a nacer verdaderamente?


Cuando inventó el borrador de lápiz, el ingeniero británico Edward Nairne estaba buscando realmente un pedazo de pan, las “migas” de pan se usaban para borrar marcas en el papel. Por error, tomó un trozo de goma de látex y descubrió que eso había borrado su error, dejando “migas” engomadas que se podían quitar fácilmente con la mano.


En nuestro caso, sucede algo similar, de hecho, podríamos decir algo superior y extraordinario, pues, los peores errores de nuestra vida también pueden ser borrados. Es nuestro Señor Jesucristo que nos limpia con su sangre preciosa, al quitar toda culpa, toda mancha de nuestro ser, a través de su sacrificio en la cruz donde pagó por tus pecados, los míos, los de toda la humanidad; pero además, El promete nunca más acordarse de ellos, como lo afirma en:


Isaías 43:25

“Yo, soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo,

y no me acordaré de tus pecados”.


A muchos les resulta inverosímil esto…. ¿el Dios que todo lo sabe, lo olvida todo?... Así es!! Recuerdo perfectamente bien la noche en que le entregué a Cristo mi vida hace trece años, no lo podía creer,…¡solo un Dios con su infinito amor pensé! y más aún cuando cada vez que leía la biblia, más pecadora me sentía, indigna e inmerecedora de su perdón siquiera, pues me di cuenta que solo tenía mi pecado para ofrecerle y no me alcanzaría la vida para vivir agradeciéndole por haberme librado de la muerte espiritual y regalarme la salvación… porque verdaderamente donde abunda el pecado, sobreabunda su gracia y misericordia infinita con poder para transformarnos y usarnos para Su gloria.


Por lo que, quien vuelve a nacer en Cristo, reconoce la profundidad de su pecado y entiende la magnitud de su amor y gracia, comprenderá sin duda el verdadero significado de Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”… de tal manera que no desperdiciará ni un segundo más de su vida, en las vanidades del mundo, sino que la dispondrá para el Señor, teniendo una vida de servicio a los demás, para Su obra. Nuestra devoción es el resultado de la reacción a la restauración de nuestra relación con Dios y a su maravillosa gracia. Pero además, debemos estar conscientes que, esto no se logra por nuestro propio esfuerzo, sino por la obra del Espíritu Santo que es derramada sobre nosotros por la gracia de Dios… por lo que mi pregunta sería, ¿vives buscando la gloria, el Reino y la Justicia de Dios?.


Debemos entender que cada día recorremos una parte del camino a la eternidad, por lo que día con día asegurémonos de despojarnos de ese peso llamado pecado que nos frena, de lastres que venimos arrastrando que nos merman, y corramos con firmeza y perseverancia la carrera que tenemos hacia la meta, al premio del supremo llamamiento de nuestro Dios, vivamos cada instante de nuestra vida en adoración, que este sea nuestro estilo de vida, recordando que nuestro Padre no busca perfección, pero si corazones dispuestos a obedecerle con temor y temblor, que le buscan con un corazón contrito y humillado cuando le fallan, dispuestos a aceptar Su voluntad aunque cuando lo que sucede no tiene sentido a nuestra vista y entendimiento, a dar su vida como la dio El….. por lo que, no perdamos más el tiempo y empecemos hoy mismo, si aún no has comenzado; o sigamos esforzándonos con perseverancia y pasión!!


Hebreos 12: 1-2

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.


Con el amor de Cristo,

¡Él sea tu fortaleza y guía!

Mily Rodríguez M.

Коментарі


Logo Cobra Vida.png

Copyright © 2021 Creado con amor para ti.

bottom of page