¿Qué tan agradecidas somos? En el evangelio de Lucas capítulo 17 versículos 11-19, se narra que diez enfermos de lepra salieron al encuentro de Jesús y le rogaron tener compasión de ellos. Los diez recibieron #sanidad, sin embargo, sólo uno regresó alabando a Dios y rostro en tierra, a los pies de Jesús, le dio las gracias.
¡Qué tristeza que solamente una persona haya expresado gratitud y de esa forma haya honrado a Cristo Jesús apreciando el valor de la #bendición que recibió!
“Quien me ofrece su gratitud, me honra;
al que enmiende su conducta le mostraré mi salvación.”
Salmos 50:23 (NVI)
La gratitud es esencial para mostrar #amor y #respeto a las personas que nos han aportado un beneficio, que han sido amables con nosotras; es tener una actitud de aprecio y no dar las cosas por sentado en la vida. Nos ayuda a mejorar nuestras relaciones, a ser generosas y mediante ello, a desarrollar amor. Un proverbio francés dice que “La gratitud es la memoria del corazón.” ¡Recordemos agradecer a Dios y a quienes nos han ayudado!
Si reflexionamos acerca de las cosas que en realidad nos hacen felices, y de las bendiciones que hemos recibido, nos damos cuenta de que en la vida hay muchas cosas por las que estar agradecidas, experimentamos emociones más positivas, nos sentimos más vivas, empezamos a mejorar nuestra actitud.
Una forma de manifestar nuestro agradecimiento a Dios, es orando. Cuando sentimos que todo se hunde, que no hay solución a nuestros problemas, que las fuerzas se nos terminan y pareciera un sacrificio el dar gracias; al orar con gratitud, lo que hacemos es honrar a Dios. Si somos capaces de agradecer, independientemente de las malas circunstancias, nuestra espiritualidad y nuestra fe se vuelven más firmes. ¡Y por supuesto que la fe complace a Dios!
“Haz que la gratitud sea tu sacrificio a Dios
y cumple los votos que le has hecho al Altísimo.”
Salmos 50:14 (NTV)
La psicología nos dice que ser agradecidas nos hace más optimistas, más amables, y reduce la negatividad. ¡Suficientes razones para hacer de los actos de gratitud un hábito diario!
Si dejamos de quejarnos y hacernos las cosas difíciles; si agradecemos a Dios por las bendiciones que nos regala cada día, así como por la esperanza que nos da en tiempo de desesperación; si agradecemos a las personas que se esfuerzan por ayudarnos a superar una crisis o por los pequeños detalles que tienen para con nosotras, entonces aprenderemos a ser más #felices.
“Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es desechable,
si se toma con acción de gracias.”
1 Timoteo 4:4 (RVC)
¡Gracias a Dios por habernos amado primero! ¡Gracias a mi familia, amigos, a todos los que hasta hoy han formado parte de mi vida; a aquellos que dan buen testimonio de nuestro Señor Jesús cada día, y a ti que te encuentras leyendo!
Que el amor inagotable de Dios sea tu compañía.
Con cariño,
Maritza Hernández
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