Cuando Dios creó a Eva, lo hizo para que el hombre no estuviera solo, y la sacó o diseñó de la costilla de Adán.
“y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre” - Génesis 2:22
Esto es significativo en estos tiempos donde a la mujer se le bombardea con la palabra de moda "EMPODERAMIENTO", que significa adquirir poder. Cuando escucho esta palabra me pregunto a titulo personal ¿empoderamiento en qué, de qué? ¿Tiene una mujer que empoderarse?.
Desde mi punto de vista esto es innecesario. Desde que estamos en el vientre materno Dios ya tiene un propósito para tu vida; más bien, es nuestra responsabilidad encontrar ese propósito que es diferente para cada una. Podría mencionar algunos: ser profesionista, ser madre, ser maestra, ser política, etcétera.
Si volvemos a la base de nuestro diseño (la costilla), entenderemos que Dios no nos puso arriba del varón, ni tampoco abajo de él, sino a la par, al lado. ¿Entonces de qué hay que empoderarse? Ya naciste con un valor en este mundo, y ese valor es tan grande como la niña de los ojos de nuestro Creador. Por eso nos recomienda no seguir las corrientes de este mundo.
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” - Romanos 12:2
Con tristeza veo que el perseguir el modelo que el mundo impone, ha ocasionado que muchas mujeres se sientan frustradas, estén solas o creen co-dependencia del varón.
Es tanto el empeño de muchas por empoderarse, que se han rebasado los limites naturales de varón y hembra. Con esto no quiero decir que no te prepares, que no trabajes, que no te superes; por el contrario, pero siempre con la idea de que es por que Dios te dio talentos, habilidades e inteligencia. No por estar en competencia con el varón.
“Tu mujer será como vid que lleva frutos a los lados de su casa. Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.” - Salmos 128:3
Simplemente que entiendas para qué fuiste creada, cuál es el propósito de Dios en tu vida: pregúntale cuál es; cuando lo encuentras de forma natural dejas de estar en competencia o en sumisión, tu vida cobra sentido; dejas de sufrir por no alcanzar lo que quizá no es para ti, dejas de permitir que se te dé un mal trato por considerarte menos, y que no puedes tener logros. No permitas que ningún factor externo maneje tu vida, deja que Dios lleve el timón, acércate a Él.
El dolor y el sufrimiento son inevitables, pero si permites que el sufrimiento te domine te costará mucho trabajo encontrar el propósito de tu vida. Levántate y sigue adelante, ama, supérate y crece. Nunca olvides que eres la creación más hermosa de Dios, y que él ya te dio poder; pon tu confianza en Él .
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” - Filipenses 4:13
Delia Tapia
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