A menudo decimos: "me parezco mucho a mi mamá, a mi papá, a mi abuela", etc. Y nos sentimos muy orgullosas de ello. Y no solo me refiero al parecido físico, en esta ocasión hago referencia a las actitudes.
Lo que no nos detenemos a pensar es si esa herencia nos lleva a algo bueno o es todo lo contrario. Debemos analizarnos y observar qué patrones de conducta repetimos y que consecuencias hemos tenido de ello. Es decir, si tú carácter es violento y te sales de control con frecuencia, lo más seguro es que te origine problemas principalmente con tu familia, con los más allegados a ti; pero si tú análisis va más atrás y detectas de quién estás repitiendo esa actitud, sorprendentemente te darás cuenta que también tuvo los mismos problemas con su entorno.
Hay herencias que no podemos modificar como son la genética física, pero las actitudes si están en nuestras manos. Cuando nuestro Creador nos formó, nos diseño de manera única y de tal forma tan especial que no hay ningún ser en este mundo igual a otro.
Génesis 1:27 RVR1960
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Proverbios 12:1 RVR1960
El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es ignorante.
Dios nos dio la libertad de escoger entre lo bueno y lo malo. Él desea que volvamos al diseño original con el cual fuimos creadas y desechemos lo que fuimos recogiendo en el camino, haciéndonos la carga más ligera y dejando en nuestros hijos y seres amados un camino más fácil por recorrer.
Si tú pregunta es como puedes lograr ese cambio la respuesta es sencilla: no busques en el lugar equivocado. Cuando permitimos que Dios nos ayude con nuestro carácter, con nuestra adicción, que sane nuestras heridas y ya no peleamos en nuestras fuerzas, podemos dejar todo eso que aprendimos ó heredamos y que en realidad nos estorba.
Por experiencia propia puedo afirmarte que una vez que cambias o modificas las malas conductas, tu entorno y tu perspectiva de las cosas cambian. deja que EL DISEÑADOR haga tu traje a la medida. Tomemos buenas decisiones para encontrar esa libertad tan añorada.
Juan 8:36 RVR1960
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Tu amiga y servidora,
Delia Tapia.
Komentar