Este año en especial todo ha sido muy diferente, no sé si la vida vuelva a ser la misma como antes de la pandemia. Un año de cambios bruscos donde TODOS de alguna forma hemos tenido alguna pérdida, unos el trabajo, otros sus negocios, otros un familiar o un ser querido; y todos perdimos algo en común, LA LIBERTAD.
Un día despertamos y ya no era lo mismo, nos vimos encerrados, trabajando desde casa sin poder visitar a la familia, sin poder salir de paseo o a divertirse. La vida nos ha enseñado que todo cambia. Algo de lo que mencioné antes de alguna forma se va recuperando, lo que no se va a recuperar nunca son las personas que se han ido y es ahí dónde me gustaría hiciéramos una reflexión.
Todos desde pequeños fuimos enseñados que algún día moriremos y que iremos al cielo, y de cierta forma ese es nuestro deseo. Ir al Cielo significa TENER VIDA ETERNA.
Te haré una pregunta:
¿En realidad tienes la seguridad que algún día irás al cielo?
Quizá me digas no lo sé, o te preguntes cómo puedes saberlo. La respuesta es sencilla.
Dios nos ha dado promesa de vida eterna. Te tiene tal amor que el quiere que vayas al cielo y reines con Él por la eternidad. Solo te pide creer en Su Hijo.
Juan 3:16 NVRV1960
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él crea, no se pierda más tenga vida eterna."
Ahora sabes cómo puedes tener la certeza de esa bella promesa. Hay un refrán que dice "La vida no la tenemos comprada", y así es. ¿No te gustaría que tú familia y los seres que más amas gozarán de esa promesa? Pues entonces tú también cambia, comparte esto que acabas de aprender.
Te aseguro que todos los que sabemos a dónde iremos, una vez que partamos de este mundo vemos la muerte de diferente manera, tenemos la esperanza que veremos a nuestro Creador y que nos volveremos a encontrar con aquellos que se fueron primero.
Hoy nos duele su partida por su ausencia. Pero no célebres estas fechas como lo hace la mayoría por EL DÍA DE MUERTOS. Más bien celebremos la vida eterna, la promesa de Dios.
TITO 1:2 NVRV1960
"En la esperanzas de la vida eterna, la cuál Dios que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos."
No sufras por los que nos dejaron, preocúpate por los que aún están vivos.
Deseo que tu vida cambie.
Delia Tapia
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