Lucas 5:4-8; 1:78-79
Siempre estamos esperando que suceda algo extraordinario que cambie nuestras vidas. Varias de nosotras nos encontramos desilusionadas, frustradas, cansadas, fatigadas, tristes, en depresión, o simplemente apáticas. Hoy puede ser el inicio de una nueva vida, el inicio de una vida con sentido, con propósito y con poder. Una vida libre de la inseguridad, libre de la co-dependencia, libre del miedo, y libre incluso de nosotras mismas. Hoy estás leyendo esto porque Dios tiene un mensaje para ti, y tu fe en Él será lo que marque la diferencia en tu vida... para siempre.
Todas las mujeres siempre estamos soñando con todo. La ropa que deseamos, zapatos, el esposo o el novio perfecto, una boda maravillosa, el matrimonio ideal, la casa donde queremos vivir, el trabajo, los hijos, las amistades, el dinero, la salud, nuestro cuerpo… Todo, completamente todo tiene que ser perfecto. Y soñamos con cada detalle por más minúsculo que sea... Y como la vida no es perfecta, y no existe nada ni nadie que pueda cumplir con nuestras expectativas, acabamos frustradas, agotadas y desesperadas. Sin importar la edad que tengamos, cada una de nosotras vive sus propias batallas, ninguna está exenta porque soñamos con la felicidad y la satisfacción que tanto anhelamos. Llegamos a creer que todo estará bien con los si tengo este trabajo, si tengo este esposo, si tengo esta casa, si tengo este dinero, si tengo este automóvil, si fuera más joven, Si... Si.... Si... Deseo que en estos momentos reflexiones acerca de lo que has soñado alguna vez y que tal vez conseguiste. Casarte, trabajo, casa, coche, hijos, ropa, lo que sea.... Cualquier cosa que creíste que al tenerlo serías feliz.... ¿Realmente lo has sido hasta ahora? ¿Eso qué conseguiste te ha mantenido feliz y plena? Cuando nuestros deseos se cumplen y seguimos sin ser felices el problema entonces es otra cosa.
Desgraciadamente la mayoría de nosotras tal vez nos estemos convirtiendo en mujeres frívolas y egoístas. Viviendo es la esfera superficial de lo que queremos, pensamos y sentimos. Yo era así, deseando que Dios me diera todo lo que quería porque era su hija y me portaba bien. Viví frustrada durante años, porque nada ni nadie satisfacía mis expectativas. Yo esperaba que Dios me mantuviera feliz todo el tiempo y me explicara todo lo que sucedía en mi vida pero entonces descubrí que no era así. Que ni Dios ni la vida son así. Una vida de felicidad, satisfacción, plenitud y poder no se conseguí así.
Acompáñame a leer una parte en las escrituras que ha captado mi corazón: vs.4-5a
"(Jesús) Cuando acabó de hablar le dijo a Simón: -Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar. -Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada -le contestó Simón-.
Esta es la historia de Pedro y sus compañeros de pesca regresando de un viaje sin frutos. Se habían esforzado, esperado, trabajado arduo pero no habían logrado pescar nada. Podemos llenarnos de libros, actividades, conferencias, platicas, consejeros, sermones, cd's cristianos o de autoayuda, pero no tener la vida abundante que Dios prometió en Su Palabra. Buscamos una oleada de bendiciones en mil lugares, en mil esquinas y en personas, pero no buscamos en el único lugar donde puede hallarse.
"(Simón contestó). Pero como tú me lo mandas, echaré las redes. Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían. Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse". vs.6-7
A pesar de que Simón estaba cansado, a pesar de que llevaban horas y horas tratando de pescar sin fruto, a pesar de su frustración Simón dijo "como tú me lo mandas". Si Simón se hubiera dejado llevar por sus sentimientos, no hubiera vuelto a echar las redes por que él y sus compañeros estaban exhaustos. Él eligió vivir por la Palabra de Dios. El resultado de su obediencia fue un milagro, una pesca tan abundante de pescado que pudo compartir la bendición y casi se hundían de tanta bendición.
Lo mismo sucede para nosotras... Más allá de nuestros sentimientos, más allá de nuestros deseos, más allá de nuestras expectativas, más allá de lo que queremos, pensamos y sentimos podemos elegir la Palabra de Dios. Recuerdas que Jesús les dijo: Lleva la barca hacia aguas más profundas... ? Querida, tenemos que vivir a un nivel más profundo. Y para alcanzar esa profundidad en nuestras vidas sólo hay un camino y se llama JESUCRISTO.
“Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: -¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador! “ v.8
Hace más de dos mil años Jesucristo, el hijo de Dios murió en la cruz por ti y por mí, por nuestros pecados. Murió pagando él, el precio que tú y yo debíamos pagar… Si tú deseas ser una mujer con propósito, una mujer feliz y plena, una mujer con una vida llena de sentido y poder… lo primero es reconocer que eres pecadora, que te has equivocado, que tus decisiones no han sido correctas, que has hecho mal muchas veces y pedir perdón delante de Dios para que Él te perdone y sane tu vida. Hoy es tu día para una nueva vida…
El mismo Lucas en el capítulo 1:78-79 dijo:
“Dios nos ama tanto, que desde el cielo nos envió un Salvador; como si fuera el sol de un nuevo día. Él salvará a los que viven en peligro de muerte. Será como una luz que alumbra en la oscuridad, y guiará nuestros pasos por el camino de la paz.”
Jesucristo, el Hijo de Dios, nuestro Salvador, vino a morir por tus pecados, y resucitó al tercer día por ti para darte vida eterna y una vida llena de abundantes bendiciones. Jesucristo, amada mía, es tus aguas más profundas. Si es tu deseo ir más profundo en tu vida, ir más allá de lo que piensas, sientes o deseas, ir más allá incluso de ti misma y tener una vida con redes llenas de bendiciones, entonces hoy la invitación de Dios es que te arrepientas de todos tus pecados y aceptes a Jesucristo como el Hijo de Dios que vino a morir por ti y resucitó para darte vida eterna y ser así tu Señor y Salvador, aquél que hará que tu vida tenga propósito y poder.
Si este es tu deseo con todo tu corazón, si estás cansada, frustrada, agotada y desesperada de vivir una vida así, sin él y deseas que entre a tu vida para darle significado y la bendiga, entonces te suplico que esta mañana te armes de valor y te pongas de pie para orar juntas a Dios…
Amada, este es tu milagro… hoy es un nuevo día, este es el primer día del resto de tu vida caminando con tu Salvador. Él no promete una vida sin problemas, pero te aseguro que paso a paso comprenderás al obedecerlo como Simón, que siempre después tus redes se llenarán.
“Lleva la barca hacia aguas más profundas”.
La obediencia trae consigo una oleada de bendiciones. Si has fallado esforzándote por los Si.. si tuviera esto, si fuera esto, si él fuera así, si tuviera dinero, este coche, más juventud, salud, etcétera… Hoy te invito también a que pidas perdón y reconozcas que sólo Dios puede hacerte realmente feliz y plena con una vida llena de propósito y poder. Si hoy quieres recuperar el poder de su Presencia en tu vida, sé valiente y dobla tus rodillas ante tu Creador.
Las amo y deseo con todo mi corazón que este mensaje sea de bendición para ti.
Gracias por existir,
Leticia Alarcón